Uno de los debates más enriquecedores que ha provocado la revisión de la norma UNE 56810:2013 “Suelos de Madera. Colocación. Especificaciones”, es la colocación de un pavimento de madera usando como soporte otro pavimento de madera existente.
En ocasiones surge como alternativa a un proyecto este tipo de colocación y cuenta entre los profesionales de la Federación Española de Pavimentos de Madera con opiniones a favor así como con detractores del método ya que, como veremos más adelante, la colocación entraña no pocos elementos que es necesario testar y controlar.
Abrimos el abanico de posibilidades empezando por el pavimento de madera existente que puede estar colocado:
• Entarimado clavado sobre rastreles.
• Pegado a un soporte de mortero.
• Pegado a un soporte de terrazo o gres.
• Instalación flotante sobre subcapa aislante.
La pregunta inicial versaría sobre el estado de este pavimento antiguo y los factores que desaconsejan su restauración o reparación:
• Razones simplemente estéticas de cambio de imagen en la vivienda.
• Estado de desgaste que hace inviable una restauración.
• Fallos en la estructura que lo soporta (en el caso por ejemplo de entarimado robre rastreles).
• Reforma completa del inmueble que prevé la colocación de un nuevo pavimento y une soportes de diferente naturaleza (parte con solera, terrazo y parte con antiguo pavimento de madera).
• Estado fitosanitario del pavimento antiguo (ausencia de signos de ataque por hongos e insectos).
En los casos en que el pavimento antiguo presentara fallos en la estructura o se encontraran desniveles sería lógico pensar que estos se transmitirían, caso de no subsanarlos, a la nueva colocación de pavimento de madera con lo que éxito final seria dudoso.
También recordamos que los pavimentos de elementos de menores dimensiones (mosaico, damas) se adaptan mejor al soporte compensando desniveles existentes en este. Por el contrario al instalar otro pavimento con elementos de mayores dimensiones este es posible que tenga falta de asentamiento en determinados puntos de la instalación.
Para seguir con más factores a tener en cuenta estarían los relacionados con el sistema de colocación y las características del nuevo pavimento de madera:
• Clavado sobre pavimento antiguo que sirve como tablero al pavimento nuevo.
• Pegado sobre parqué antiguo que está pegado a su vez a soporte rígido (mortero terrazo o gres).
• Nuevo pavimento colocado en sistema flotante sobre parqué pegado a su vez a soporte rígido.
• Nuevo pavimento colocado en sistema flotante sobre parqué a su vez colocado en sistema flotante.
• Pegado sobre pavimento antiguo que a su vez está colocado clavado sobre rastreles.
• Parqué macizo de gran formato pegado sobre lamparqué que a su vez está pegado sobre soporte de mortero, terrazo o gres.
• Nuevo pavimento colocado en sistema flotante sobre entarimado clavado sobre rastreles.
Como vemos las posibilidades son muchas y se suman en el momento en que variamos el pavimento de madera de base o variamos las características del nuevo pavimento proyectado.
El apartado 5.2.4.2 de la norma UNE 56810:2013:
5.2.4.2 Suelos de madera existentes.
En la colocación sobre suelos de madera existentes (normalmente sistemas entarimados o encolados) deberá prestarse especial atención a los siguientes aspectos:
• Posibles remontes o aportes de humedad por la contracara del suelo existente (sistemas entarimados);
• Correcto estado fitosanitario del parque existente (ausencia de ataques por hongos o insectos);
• Correcto estado de la base y adherencia de las tablillas (sistemas encolados);
• En general no se recomienda en plantas bajas que no dispongan de impermeabilización o barrera de vapor.
Para muchos de los que lo lean pensarán que se está abriendo una puerta para salvar todo tipo de combinaciones sobre las que no se puede garantizar el éxito final, pero creemos que esto no es así ya que habla de algunos puntos a tener en cuenta pero no descarta otros y sobre ello tienen mucho que decir los profesionales de pavimentos de madera.
Instalaciones de tarima con rastreles sobre la que se aplican pastas niveladoras para proceder después a colocar tablilla de lamparqué (algunos fabricantes de pastas niveladoras introducen este procedimiento en sus manuales).
Instalaciones de parqué multicapa con sistema de interconexión por bloqueo mecánico (click) que al poco tiempo de su colocación trasmiten ruidos de chirridos propios de la falta de asentamiento que hace moverse al bloqueo.
Maderas que llevan mucho tiempo colocadas y están equilibradas a un nivel de humedad a pesar de recibir aporte de humedad por contracara suelen reaccionar una vez que se alteran sus procesos de intercambio de humedad.
Instalaciones mixtas (por llamarlas de alguna manera) en las que después de una reforma se coloca un nuevo pavimento de madera que se asienta sobre uno ya existente en unas zonas y sobre soportes de terrazo y mortero en otras zonas. Práctica más habitual de lo que se desearía y que tantos dolores de cabeza dan a los propietarios y a los profesionales.
En lo referente a la estabilidad del parqué encolado antiguo podemos citar casos en los que a la hora de realizar el lijado para después aplicar el adhesivo nos encontramos con tablillas con grosores mínimos y, además, zonas en las que al retirar el barniz y con el peso de la maquina el pavimento antiguo se levanta.
En estos casos como se comprenderá lo más aconsejable no es reparar el pavimento antiguo sino retirarlo ya que volvemos a repetir que el éxito final no estaría garantizado.
Recordando lo que comentábamos anteriormente sobre la aplicación de una pasta niveladora sobre un entarimado la pregunta sería si alguien sabe prever lo que ocurre con esa pasta en el momento en que la rigidez de la estructura de rastreles no fuera la conveniente o variara con el paso de algún tiempo.
Ocurriría que la pasta se quebraría y quedaría convertida en polvo que, por supuesto, no valdría como soporte para el nuevo pavimento de madera y pondría en peligro toda la instalación.
Un buen consejo en la colocación de pavimento de madera sobre otro existente es que siempre las dimensiones de los elementos del nuevo deben superar las dimensiones de los elementos del antiguo para así poder conseguir un mejor asentamiento.
La orientación de los elementos también puede tener relevancia ya que si el nuevo pavimento y el antiguo tienen la misma orientación aunque no las mismas dimensiones, en algún lugar de la instalación pueden coincidir las terminaciones de determinados elementos y éstas serán puntos críticos en el caso de movimientos del pavimento de base o resaltes en las uniones de elementos del mismo.
En lo referente a las condiciones fitosanitarias del pavimento de madera antiguo es posible su comprobación con catas y análisis de muestras, pero nos parece labor más complicada el poder asegurar que con la nueva instalación y la variación de las características de la cámara inferior de aire (hablamos de los sistemas entarimados como base) no se vean alteradas las condiciones higrotérmicas y con ello establecer un terreno propicio para la proliferación de hongos e insectos.
Frente a todas las valoraciones y supuestos contenidos en el presente artículo nos constan numerosas instalaciones con éxito y que cuentan como base con un pavimento antiguo de madera. Esto habla a favor de la buena labor de muchos profesionales que las realizan teniendo en cuenta la dificultad del proceso de colocación.
Se nos ocurre también que algo tienen que hablar del tema los fabricantes de pavimentos de madera en sus manuales de instalación considerando si deben recomendar o no que el pavimento que fabrican se coloque usando como base otro pavimento de madera y si las garantías variarían para estos supuestos.
Para terminar podemos ofrecer una premisa a considerar a la hora de valorar la instalación de un pavimento de madera sobre otro ya existente, y ésta es la basada en la siguiente pregunta:
¿Cuál es la razón que obliga a colocar un pavimento de madera sobre otro existente?
Si la respuesta es que el pavimento antiguo esta en malas condiciones y teniendo en cuenta que las características del soporte son muy importantes aventuramos que el resultado no será de éxito.
En el caso de que las razones fueran puramente estéticas consideramos que se podría conseguir el éxito de la instalación después de las comprobaciones y pruebas pertinentes.
Por todo ello pensamos que el debate no ha hecho más que comenzar y por ello esperamos de todos los profesionales del sector sus aportaciones técnicas y su experiencia para desarrollar la excelente norma de colocación (UNE 56810) de que disponemos.
